La tipografía (el tipo de letra) que utiliza un logo corporativo es un elemento
fundamental del diseño. En los casos de logos basados sólo en texto, las formas de las letras también son fundamentales. Cuando la palabra (el nombre
de la marca o su forma abreviada) se articula con un ícono, la fuente suele
seguir el mismo sentido que la imagen.
En otras ocasiones la tipografía se elige para generar un contraste con el ícono. Tal es el caso de Puma, en cuyo logo las letras expresan solidez y el icono movimiento. A través de la tipografía, el cuerpo, el estilo, la inclinación y el color se debe representar la esencia de una compañía. Es importante mantener siempre la legibilidad en todos los tamaños.
La tipografía que se utilice va a transmitir, de manera subliminal, una parte
muy importante del significado del logotipo. Según si es con o sin serif, negrita, cursiva, moderna o clásica, redonda o alargada, recta o inclinada (y hacia qué lado). Dependiendo de todo esto, la tipografía puede sugerir seguridad, confianza, innovación, calidad, solidez, confidencialidad, modernidad. Además, hay la posibilidad de combinar tipos y colores distintos, habitualmente para marcar las partes del nombre y darles un peso diferente.
Aquí hay algunas pautas para elegir la tipografía:
- Similitud con la competencia: Elegir una tipografía teniendo en cuenta la que utiliza la competencia es buen comienzo. Ahora bien, se deberá decidir si se prefiere que se parezca o no. Si nuestra empresa es más poderosa que la competencia, es muy probable que se mejor elegir una tipografía que no se parezca y que trace una barrera y una diferencia importante entre el competidor y nosotros. En cambio, si se trata de una empresa que es más grande que la nuestra, quizá sea conveniente buscar una similitud que mejore la imagen.
- Rubro: Cada rubro tiene un tipo de letra más o menos establecido. El alejarse demasiado de los parámetros del rubro podría hacer que la compañía sea excluida de éste por los consumidores. Destruir toda unión convencional con el rubro al que se pertenece no es buena idea: lo mejor es innovar y diferenciarse pero sin perder el criterio que aúna a todas las firmas dentro de un mercado particular.
- Verificación: Es importante que antes de elegir una tipografía, nos aseguremos que ésta no ha sido utilizada en algún producto muy conocido. Quizá la fuente que elijamos es la que utilizó una película famosa. No es recomendable que se utilice una tipografía que haya sido usada de esta manera porque quita seriedad a la compañía.
El diseñador debe tener sensibilidad a la hora de trabajar con tipografías, sin
embargo, a la hora de ejecutar este tipo de conceptos abstractos, nos damos
cuenta de lo complicados que pueden llegar a ser. Pero:
-No es tan complicado.
-Ni los conceptos son tan abstractos tampoco.
Sólo debemos recordar y tener muy presente que el diseño de la tipografía es
a la escritura, lo que el tono de voz es a la palabra hablada.